domingo, 4 de enero de 2009

Agradable sorpresa

Como casi todo en esta vida, todo tiene un dicho o un refrán para acompañarlo. Y como se suele decir, año que llega bienvenido sea.

Y como no, para abrir el año tengo que escribir.

¿Nunca os ha pasado creer conocer a una persona y luego daros cuenta de que no era como vosotros esperabais, de que algo en su conducta os ha sorprendido mucho? Tranquilos que esta no es una historia de tristeza y lamentación. Es justo lo contrario.

Recientemente me ocurrió que estando a solas con una persona, comenzamos a hablar tranquilamente. La conversación, como todas, comenzaba como algo trivial, pero poco a poco iba profundizando. Silencios no molestos y miradas al frente de vez en cuando acompañaban el encuentro.
Tras un momento de sinceridad dejando al lado el orgullo, un largo silencio entra en escena acompañado de un sincero gesto de ánimo.

Sin darme cuento me sorprendo mirando al frente con una sonrisa en los labios. Y me doy cuenta de que yo estaba sonriendo, después de haber dicho algo verdaderamente triste. Pero esa sonrisa era una sonrisa alegre y agradecida.

Agradecida de tener al lado a esa persona. De sentirme afortunado por que tuviese cerca de mi a esa gran persona. Mientras pensaba en esto, iba uniendo momentos vividos con esa persona que delataban lo que ahora veía claramente de ella, lo que llevaba por dentro y no lo que a simple vista parecia.

Por eso os invito a daros cuenta de las personas que tenéis cerca normalmente, y a daros cuenta de lo importantes que son para vosotros y hacédselo saber, que nunca esta demás.

Un abrazo y feliz año.